domingo, 2 de febrero de 2014

¿CUALES SON LAS PRIMERAS SEÑALES DE LA ENFERMEDAD VENOSA?


Las piernas cansadas, los tobillos hinchados, el dolor en forma de hormigueo, picor y dolor punzante en las piernas pueden ser el primer síntoma del desarrollo de varices, incluso antes de señales visibles.
Dado que la sangre ya no retorna con la velocidad suficiente al corazón, el agua de las venas pasa al tejido circundante. Entonces se produce la hinchazón, especialmente alrededor de los tobillos.
Si usted nota esta hinchazón cada noche, independientemente de lo que haya hecho durante el día, es muy probable que sus venas ya estén afectadas. Si puede apreciar el hinchazón en la superficie de la piel, es que ya tiene varices superficiales.



¿Cuáles son los factores de riesgo?

La herencia desempeña un papel importante en la aparición de problemas venosos. Tener un pariente con varices aumenta en un 45% el riesgo de uno mismo padezca varices (25% en el caso de los niños y 60% en el caso de las niñas). Otro factor de riesgo: el sobrepeso, que generará más presión en las piernas y disminuirá sensiblemente el retorno sanguíneo. Por otra parte, el sobrepeso a menudo está asociado a una hipercolesterolemia, que altera las paredes de los vasos sanguíneos y entorpece la circulación sanguínea. Por lo que perder algunos quilos sólo puede resultar beneficioso. Por último, el tabaquismo desempeña un papel importante en esta patología, pues debilita la tonicidad de las venas. Un motivo más para dejar de fumar
También debe tenerse en cuenta que algunas profesiones quedan más expuestas que otras. Éste es precisamente el caso de las personas con limitaciones para trabajar de pie durante muchas horas. Patalear o trabajar en un ambiente caluroso y húmedo nos expone a riesgos importantes.

¿Cuáles son las personas más afectadas?

En España, uno de cada tres españoles padece insuficiencia venosa. ¡Contrariamente a lo que se piensa, el efecto de las piernas pesadas también afecta a los hombres! Un 26% de hombres padecen problemas de circulación venosa en las piernas, frente al 57% de las mujeres. En total, un 25% de la población española se ve afectada. Por supuesto, el número de víctimas aumenta con la edad. Al envejecer, las venas pierden poco a poco su elasticidad y ya no se contraen con tanta facilidad.

¿Qué tratamientos pueden utilizarse?

Los venotónicos son el tratamiento más adaptado a esta patología. Ejercen localmente una acción antiinflamatoria, estimulan el tono venoso y protegen las células endoteliales que recubren el interior de las venas. Estas acciones se traducen en una disminución de la relajación venosa y en una inhibición de los factores de inflamación que provocan el dolor y el edema.

Sea cual sea su forma de presentación (comprimido, gel, ampolla…), generalmente se prescriben para períodos de 3 meses. El uso de medias de compresión permite ejercer presión en la pierna y evita la dilatación de las venas.

¿QUÉ ENFERMEDADES VENOSAS EXISTEN?

ARAÑAS VASCULARES

Se trata de vasos sanguíneos muy finos visibles, en forma de telaraña, justo debajo de la superficie dérmica. Apenas tienen unos pocos milímetros o centímetros de longitud y están dispuestos a modo de abanico. Raras veces causan problemas y el mayoría de los casos son un problema estético. No obstante puede ser una señal de advertencia de la existencia de venas varicosas más profundas.




VARICES

Si la pared venosa se vuelve débil y se distiende, las válvulas ya no se pueden cerrar correctamente, por lo que la sangre se estanca y las venas se dilatan aún más. Con el tiempo, esto crea una red de vasos sanguíneos serpenteantes. Sin el tratamiento adecuado las venas varicosas siguen dilatándose y como consecuencia puede ocasionar:

FLEBITIS (Inflamación de las venas)

Las señales de venas inflamadas son el enrojecimiento destacado, el hinchazón, el recalentamiento y el dolor agudo a lo largo de la vena.

TROMBOSIS

Si el retorno de la circulación sanguínea hacia el corazón está obstaculizado, existe un gran riesgo de que se formen coágulos sanguíneos ( trombos), en las paredes vasculares. Los coágulos bloquean la vena impidiendo el retorno de la sangre y causando otros daños en el sistema venoso.
Los primeros síntomas son el hinchazón en la parte inferior de las piernas que pueden ir acompañados de recalentamiento, dolor y sensación de pesadez. Esto requiere un tratamiento urgente, ya que la trombosis puede ocasionar que llegue un coagulo al pulmón, provocando una embolia pulmonar con riesgo a muerte.

ÚLCERA ABIERTA DE LA PIERNA

Dado que la sangre sin oxigeno no se transporta, se obstaculiza el intercambio de nutrientes y productos de desecho. Esto provoca un daño grave en las células y la desaparición de tejido. El resultado pueden ser heridas crónicas que solo se pueden curar si se trata la causa de la enfermedad.



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