Las ortesis antiequinas son ampliamente utilizadas en ortopedia con el objetivo de corregir la caída del pie en equino. Esta patología se conoce como equinismo y consiste en que la persona sufre serios problemas para doblar el tobillo hacia arriba (el pie no hace el ángulo de 90º cuando camina). Además, puede no afectar solamente al tobillo, sino también a otras zonas del cuerpo porque el paciente tiende a compensar este movimiento limitado.
Las causas más frecuentes del equinismo son:
Rigidez en el tendón de Aquiles
Rigidez en músculos de la pantorrilla (músculo sóleo)
Hay diferentes tipos de antiequinos:
Rancho de los amigos: son dinámicos y están fabricados con materiales plásticos duros, como propileno de alta densidad, a modo de una única valva que cubre la zona dorsal de la pantorrilla, salva maléolos y llega hasta la planta del pie (cubriéndola total o parcialmente), de manera que se mantiene el tobillo flexionado a 90º.
Boxia: esta ortesis eleva el ante pié, permitiendo así la flexión plantar en el apoyo del talón en la fase de despegue de la marcha. Evita el riesgo de tropiezos con elementos comunes. No ocupa espacio en el calzado pero se debe utilizar con calzado con cordones. Está formada por dos partes:
Cincha supramaleolar por encima de los tobillos.
Soporte de unión, antideslizante, para fijar entre la lengüeta y los cordones del calzado por medio de un anclaje central tipo gancho.
Neurodyn: es un antiequino innovador con cierre fácil. La plantilla está fabricada con termoplástico y es maleable y flexible, la correa proporciona un fuerte efecto levantamiento y el tobillo está acolchado para incrementar el confort. Permite una fácil y rápida colocación con una sola mano.
Pediátricos: están formados por una pieza que envuelve los maléolos de la tibia y del peroné y está en contacto con toda la superficie plantar. Su peso es muy ligero y contiene contornos recortables para adaptarse mejor al calzado.
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